Los lados B

Cállate, hablas muy recio Arrúllame con tus risas Piérdeme con tus besos Alza tú vista a mi corazón vencido Expiró mi licencia para soñar Toma tu tiempo para deslizarte En mis sueños y en mis sábanas Declárale la guerra a mis tristezas Conviértete en la espiga de ilusión En la taiga de mi desamor Toma mi mano llévala a tu rostro Mírame hoy que soy un espejismo intermitente. *IMAGEN de GOOGLE.

Por momentos quise ser libre, Un tanto libertino, Un poco más desamparado, Por momentos quise reír, Un tanto a carcajadas, Un poco demencial, Por momentos quise morir, Un tanto fatalista, Un poco desamorado, Por momentos quise ser tuyo, Un tanto romántico, Un poco de tu corazón, Por momentos me gustaste, Un tanto misteriosa, Un poco de emoción, Por momentos me recuerdo, Un tanto desencadenado, Un poco solitario.

¿Cual fue el infortunio de la cama? Ya ahora sin cabeza tirado en el suelo, Me sacaste los ojos y los regalaste al primer mendigo, Un machetazo en el hombro, Incompleto por eternos instantes, Desgarrado en el cadalso de tu lecho, Me quede sin piel atestiguando, Después del dolor, la pena y la amargura, Que me traen tus besos y tus caricias, Sin venas para sangrar, Sin sangre para llorar, Nada más que cuencas, jirones y agujeros, ¿Qué crees que hago ahora conmigo? A donde voy si no es más que a tu boca. *IMAGEN DEL GOOGLE.

Caen ahora en al patio de mi casa las penurias y tristezas, formando hojarascas de dolor, el dolor es bueno, ennoblece la sangre, fortalece el corazón aunque marchite el alma lentamente. Se inunda el corredor con lagrimas de angelitos, las paredes estilan de lamentos que fantasmas estamparon con sus visitas, el caudal se hace enorme y arrastra fósforos quemados, polvo de polilla y cucarachas ahogadas. Salgo por las noches a fumar en las gradas de mi casa, pienso en los hijos que no tengo y la esposa que no quiero. Por momentos me río pensando en los besos de la noche, después me provocan melancolía, me da por no dormir. A través de la madera carcomida y enmohecida busco la respuesta de dios, nunca llega, opto por envenenarme, rasgarme la piel y romper con mis venas. Pero quiero seguir viviendo, contado cadáveres de insectos y mojándome los pies cuándo entro ebrio de regreso. *un escrito viejo que me trae recuerdos.

Allí sentada a la luz del sol, Llena de miel en los dedos de los pies, La guardas para las hormigas inocentes, Tan lindas las mariposas de tus ojos, Como revolotean en las sienes de los incautos, Cuando te ven se estrellan en tus ojos, Un solo golpe de res en matadero, Un electrificado complejo de incertidumbre, Ya paso…no eres reflejo de aurora boreal, De repente resplandece tu sonrisa, En la más negra de mis tormentas, A carcajadas de golondrina ebria, Te vas…fingiendo volver al segundo, Yo solo te miro tan feliz y tan triste, Los vientos te apartaron del suelo, La comida se acabó y se apagó la música, Nadie baila a tu alrededor, Y las mariposas de tus ojos son solo moscas.